Esta enfermedad está debida al virus de la hepatitis A. Este se encuentra sobre todo en las heces y sangre de una persona infectada, durante aproximadamente de 15 a 45 días antes de que ocurran los síntomas y durante la primera semana de enfermedad.
Una persona puede ser infectada debido a varias causas:
- Consume alimentos o agua que hayan sido contaminados con materia fecal que contenga el virus de la hepatitis A. Concretamente, frutas sin pelar, verduras, mariscos crudos o el hielo, son fuentes comunes del virus.
- Entrar en contacto con las heces o la sangre de una persona en el momento que padece la enfermedad.
- Una persona infectada transmite el virus a un objeto por no haberse lavado las manos de manera eficiente después de usar el inodoro.
- Mantener relaciones sexuales que impliquen contacto oral o anal.
- Mantener contacto directo estrecho con una persona infectada.
Además, hay ciertos factores de riesgo relacionados con el contagio:
- Realizar viajes internacionales, concretamente a Asia, Sur o Centroamérica, África...
- Consumo de drogas intravenosas.
- Convivir con otros muchos individuos, ya que es más fácil el contagio, como en internados, asilos...
- Trabajar en industrias de atención médica, de alimentación o de manejo de aguas residuales.
- Vivir en zonas con saneamiento deficiente o fuentes de agua insalubres.
- Padecer hepatopatía crónica.
Enlaces de interés:
http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs328/es/
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000278.htm
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