La neumonía es la infección que provoca mayor número de ingresos hospitalarios, y aunque su causa habitual son las bacterias, también virus como el de la gripe y el de la varicela pueden originar esta enfermedad.
Aquí tienes una serie de pautas para prevenir el contagio de la neumonía:
- Lavarse las manos frecuentemente.
- Desechar adecuadamente los pañuelos.
- Cubrirse la boca y la nariz cuando se tose o estornuda.
- No fumar, evitar el hacinamiento y la calefacción a leña, ventilar frecuentemente la vivienda.
- En niños: sostener la lactancia materna, al menos hasta que el bebé cumpla los 6 meses y tener al día el calendario de vacunación para reducir las complicaciones en la salud y la mortalidad por infecciones respiratorias.
- Vacunarse: los grupos considerados con mayor riesgo de contraer cuadros graves por influenza o neumonía deben recibir la vacunación anual contra la gripe y la vacuna antineumocóccica. Ambas están incluidas en el Calendario Nacional y son gratuitas en todos los centros de vacunación y hospitales públicos del país.
Además, añadimos algunas medidas de prevención para evitar la neumonía nosocomial, es decir, en pacientes de ámbito hospitalario:
- Extremar la limpieza de los equipos hospitalarios y en la manipulación de los enfermos.
- Tomar medidas de higiene simples como el lavado frecuente de las manos y el uso de guantes.
- Aspiración de secreciones y la interrupción de la alimentación por vía oral en los pacientes con riesgo de aspiración.
- Elevación del cabecero de la cama y la fisioterapia respiratoria (ejercicios de respiración profunda y terapia para eliminar las secreciones respiratorias) en pacientes de alto riesgo, como los sometidos a cirugía del tórax o aquellos que estén debilitados y encamados.
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